jueves, 23 de enero de 2020


23 Enero

...y si no ahora, ¿cuándo?
El Talmud

“Me haré cargo de eso...alguna vez”, “Me pondré a ello tan pronto pueda” o “Lo haré...cuando esté preparado” son excusas que se dan a menudo para evitar emprender un proyecto. Ya sea que ese proyecto sea algo tan mundano como limpiar un armario o tan complicado como planear una nueva empresa comercial, tan desagradable como una confrontación familiar o tan estimulante como dedicarse a un pasatiempo favorito, dedicarse a un proyecto puede resultar complicado. A menudo es mucho más fácil retrasarlo.
Pero entonces los proyectos comienzan a amontonarse como la ropa sucia en el cesto. Muy pronto la cesta está llena a rebosar y nunca hay suficiente tiempo o energías para solucionar el problema. Un proyecto inconcluso puede convertirse en dos, dos en tres, tres en cuatro..., y muy pronto son incontables los proyectos que penden sobre ti.
¿Cuáles son algunos de los proyectos que has estado aparcando? Haz una lista con ellos en una hoja de papel.
Ahora piensa en emplear tiempo en los próximos días para dedicarte a uno de ellos. Elije un proyecto prioritario o bien uno cuya conclusión consideres sencilla.
Vivir acosado por una constante e invariable lista de cosas por hacer puede agravar las exigencias y presiones de cada día. ¿ Por qué añadir más estrés evitando los proyectos que, con un poco de tiempo y atención de tu parte, pueden ser tachados finalmente de la lista?

Hoy eliminaré la frase “encontraré tiempo para hacerlo” mientras trabajo en un proyecto que había dejado aparcado.

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