sábado, 4 de enero de 2020

4 Enero


4 Enero

En demasiados conflictos...la gente se preocupa tanto por culpar a los demás y defender su ego que se olvida de resolver el problema.
Diane Dreher

El hecho de ser humano implica experimentar conflictos. Sea personal, social o global, el conflicto forma parte de una vida sana. Pero la mayoría de las personas no actúan cuando surge el conflicto, sino que reaccionan. En lugar de servir para resolver el conflicto, la reacción sólo sirve para aumentarlo.
Responder de forma emocional ante un conflicto con sentimientos tales como ira, desconfianza, actitudes defensivas, resentimiento, desprecio o miedo contribuye a que resulte muy difícil comunicarse o trabajar en función de un compromiso. No obstante, y debido al hecho de que estas emociones existen, puede ser útil hacer frente al conflicto que creaste en ti antes de intentar resolver el conflicto con alguna otra personas.
A fin de analizar tus reacciones, hazte las siguientes preguntas: “¿ Cuál es la base de este conflicto? ¿Por qué me siento tan trastornado?”. Luego, lucha por resolver tus reacciones hablando con alguien ajeno a dicho conflicto o bien escribiendo lo que sientes en un diario o en una carta que no tienes intención de enviar a nadie.
Luego pregúntate: “ ¿ Cuál es la mejor forma en que puedo actuar en esta situación? ¿ Cómo puedo contribuir de un modo positivo a resolver este conflicto?”. Al apartar tus reacciones del camino, puedes buscar un enfoque más racional, satisfactorio y duradero al problema.

Hoy tendré en cuenta la palabra resolución, no revolución, cuando resuelva conflictos con los demás.

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