4 Enero
En demasiados conflictos...la gente se
preocupa tanto por culpar a los demás y defender su ego que se
olvida de resolver el problema.
Diane Dreher
El hecho de ser humano implica
experimentar conflictos. Sea personal, social o global, el conflicto
forma parte de una vida sana. Pero la mayoría de las personas no
actúan cuando surge el conflicto, sino que reaccionan. En lugar de
servir para resolver el conflicto, la reacción sólo sirve para
aumentarlo.
Responder de forma emocional ante un
conflicto con sentimientos tales como ira, desconfianza, actitudes
defensivas, resentimiento, desprecio o miedo contribuye a que
resulte muy difícil comunicarse o trabajar en función de un
compromiso. No obstante, y debido al hecho de que estas emociones
existen, puede ser útil hacer frente al conflicto que creaste en ti
antes de intentar resolver el conflicto con alguna otra personas.
A fin de analizar tus reacciones, hazte
las siguientes preguntas: “¿ Cuál es la base de este conflicto?
¿Por qué me siento tan trastornado?”. Luego, lucha por resolver
tus reacciones hablando con alguien ajeno a dicho conflicto o bien
escribiendo lo que sientes en un diario o en una carta que no tienes
intención de enviar a nadie.
Luego pregúntate: “ ¿ Cuál es la
mejor forma en que puedo actuar en esta situación? ¿ Cómo puedo
contribuir de un modo positivo a resolver este conflicto?”. Al
apartar tus reacciones del camino, puedes buscar un enfoque más
racional, satisfactorio y duradero al problema.
Hoy tendré en cuenta la palabra
resolución, no revolución, cuando resuelva conflictos con los
demás.
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