domingo, 19 de enero de 2020

19 Enero


19 Enero

Administrar significa tratar con la complejidad.
John Kotter

Piensa a quién y qué necesitas administrar durante el día. Primero a ti mismo: necesitas administrar tu tiempo para poder establecer un horario al objeto de hacer frente a tus obligaciones; necesitas administrar tu dinero para poder pagar las facturas y equilibrar los ingresos con los gastos; y necesitas administrar tu salud y tu bienestar.
Y también habrá otros a los que necesites administrar: empleados, estudiantes, hijos, esposo o esposa, sólo por nombrar a unos pocos. Por último, puede haber cosas que surjan de vez en cuando y que también necesiten ser administradas por ti: la renovación de tu casa, una mudanza, una crisis familiar, etc.
ser un permanente administrador familiar, personal o profesional puede resultar terriblemente estresante. Es posible que llegues a tener la sensación de que nunca dispones de “tiempo libre”, ese tiempo que no dedicas a administrar nada.
Sin embargo, una parte de ser un buen administrador es ser un buen delegante. Por ejemplo, no siempre debes ser tu quien se haga cargo de la limpieza de la casa; puedes pedirle a tu compañero/a de habitación, a tus hijos o a tu pareja que haga la limpieza, o bien establecer turnos para hacerlo. Pedir ayuda y compartir parte de la carga con los demás son formas de dividir tus responsabilidades de administración. Entonces si dispones de un poco de tiempo para ser un administrador fuera de servicio, en lugar des ser un administrador de servicio.

No puedo encargarme todo el tiempo de todo y de todos. Hoy compartiré mis responsabilidades con los demás.

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