sábado, 18 de enero de 2020


18 Enero

La primera cosa que tuve que conquistar fue el miedo. Comprendí cuán debilitante puede ser el miedo. Puede dejarte absolutamente indefenso.
Byron Janis

La sensación de miedo puede transformarse a menudo en verdaderos ataques de pánico, especialmente durante los períodos de mucho estrés. Cuando te sientas intranquilo, nervioso, preocupado o tenso, y crees en absoluto que las cosas están mejorando, un ataque de pánico no es en modo alguno una reacción inesperada o inusual.
¿Cómo haces frente a la advertencia de un ataque de pánico? En primer lugar respira profundamente. Cuando se está en estado de pánico la respiración se acelera. La respiración profunda implica inspirar lentamente hasta que el aire llena el abdomen y luego expulsarlo por la boca. Quizá quieras controlar tus pulsaciones al hacerlo, notando cómo se normalizan al respirar profundamente.
Luego, cuando ya te encuentres más relajado, pregúntate: “¿ Qué es lo que me produce esta sensación de estrés?”. Piensa en las presiones laborales, en la obligaciones familiares, en tus relaciones con los demás, en tu agenda, en los acontecimientos de los últimos días, etc. Aunque no descubras la razón de tu ataque de pánico, te harás una idea bastante aproximada de las situaciones de estrés que han contribuido a ella. Y este conocimiento puede ayudarte a reducir esas fuentes de estrés para prevenir futuros ataques.

Puedo tratar las sensaciones de miedo y pánico como si fuesen mis amigos. Sólo están tratando de ayudarme, de modo que les prestaré atención.

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