18 Enero
La primera cosa que tuve que conquistar
fue el miedo. Comprendí cuán debilitante puede ser el miedo. Puede
dejarte absolutamente indefenso.
Byron Janis
La sensación de miedo puede
transformarse a menudo en verdaderos ataques de pánico,
especialmente durante los períodos de mucho estrés. Cuando te
sientas intranquilo, nervioso, preocupado o tenso, y crees en
absoluto que las cosas están mejorando, un ataque de pánico no es
en modo alguno una reacción inesperada o inusual.
¿Cómo haces frente a la advertencia
de un ataque de pánico? En primer lugar respira profundamente.
Cuando se está en estado de pánico la respiración se acelera. La
respiración profunda implica inspirar lentamente hasta que el aire
llena el abdomen y luego expulsarlo por la boca. Quizá quieras
controlar tus pulsaciones al hacerlo, notando cómo se normalizan al
respirar profundamente.
Luego, cuando ya te encuentres más
relajado, pregúntate: “¿ Qué es lo que me produce esta sensación
de estrés?”. Piensa en las presiones laborales, en la obligaciones
familiares, en tus relaciones con los demás, en tu agenda, en los
acontecimientos de los últimos días, etc. Aunque no descubras la
razón de tu ataque de pánico, te harás una idea bastante
aproximada de las situaciones de estrés que han contribuido a ella.
Y este conocimiento puede ayudarte a reducir esas fuentes de estrés
para prevenir futuros ataques.
Puedo tratar las sensaciones de miedo y
pánico como si fuesen mis amigos. Sólo están tratando de ayudarme,
de modo que les prestaré atención.
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