28 Enero
No existe ningún camino real para
nada. Una cosa a la vez, todas las cosas sucesivamente. Aquello que
crece deprisa, declina a la misma velocidad; aquello que crece
lentamente, resiste y permanece.
Josiah Gilbert Holland
Durante los meses de invierno puedes
entrar en una tienda de comestibles y contemplar numerosos vegetales
y frutas exhibidos como si fuese verano. Para preparar una ensalada
es probable que escojas unos tomates que han madurado en unas pocas
semanas en un ambiente enriquecido y controlado, protegido de la
tormenta de nieve que se ha desatado en el exterior.
Pero un tomate de invierno cultivado de
prisa raramente puede compararse con otro que se ha desarrollado
lentamente en su hábitat natural bajo los rayos del sol. Y lo mismo
ocurre con las cosas que tu deseas. Cualquier cosa al instante es
como el desayuno instantáneo: te satisface durante un momento, pero
por poco tiempo.
Puede parecer que muchas de las cosas
que tu deseas se mueven a paso de tortuga, ya sea un proyecto, un
ascenso, una relación, o hacer cambios en tu vidas. Pero para que
las cosas tengan significado y permanencia, no pude ser forzadas. Es
necesario que se produzcan a su ritmo natural.
Todo lo que tu puedes hacer con las
acosas que deseas mañana es, simplemente, dejar que sucedan a su
propio ritmo. Recuerda el esfuerzo que les has dedicado, confía en
que era la mejor forma de hacerlas y luego deja que superen la
inexorable prueba del tiempo.
Hoy haré que mis deseos se muevan más
lentamente y no intentaré que las cosas se muevan mas de prisas.
Aceptaré su propio ritmo y sabré que todo sucederá en su momento.
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