martes, 28 de enero de 2020

28 Enero


28 Enero

No existe ningún camino real para nada. Una cosa a la vez, todas las cosas sucesivamente. Aquello que crece deprisa, declina a la misma velocidad; aquello que crece lentamente, resiste y permanece.
Josiah Gilbert Holland

Durante los meses de invierno puedes entrar en una tienda de comestibles y contemplar numerosos vegetales y frutas exhibidos como si fuese verano. Para preparar una ensalada es probable que escojas unos tomates que han madurado en unas pocas semanas en un ambiente enriquecido y controlado, protegido de la tormenta de nieve que se ha desatado en el exterior.
Pero un tomate de invierno cultivado de prisa raramente puede compararse con otro que se ha desarrollado lentamente en su hábitat natural bajo los rayos del sol. Y lo mismo ocurre con las cosas que tu deseas. Cualquier cosa al instante es como el desayuno instantáneo: te satisface durante un momento, pero por poco tiempo.
Puede parecer que muchas de las cosas que tu deseas se mueven a paso de tortuga, ya sea un proyecto, un ascenso, una relación, o hacer cambios en tu vidas. Pero para que las cosas tengan significado y permanencia, no pude ser forzadas. Es necesario que se produzcan a su ritmo natural.
Todo lo que tu puedes hacer con las acosas que deseas mañana es, simplemente, dejar que sucedan a su propio ritmo. Recuerda el esfuerzo que les has dedicado, confía en que era la mejor forma de hacerlas y luego deja que superen la inexorable prueba del tiempo.

Hoy haré que mis deseos se muevan más lentamente y no intentaré que las cosas se muevan mas de prisas. Aceptaré su propio ritmo y sabré que todo sucederá en su momento.

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